Aitor Aritzeta, doctor en psicología y profesor en la UPV-EHU nos invita a reflexionar sobre 4 verdades fundamentales que debemos tener en cuenta al utilizar la metodología de roles de equipo Belbin.
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El método Belbin y la metodología Belbin debe ser implementada empleándose los cuestionarios de autopercepción (IAP) y heteropercepción (Observadores) diseñados y validados a tal efecto y no debe ser empleada desde una visión subjetiva en base a la descripción generalista de los roles. Es decir, los informes derivados de la autopercepción de las personas y de la percepción de los/as otros/as relevantes deben ser la base para la negociación de roles y funciones intrapersonalmente (de uno/a consigo mismo/a) y dentro del equipo.
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La metodología Belbin debe ser empleada contextualmente y no cómo herramienta de diagnóstico de personalidad. Belbin mide el comportamiento. Es decir, cada persona debe saber respecto a qué equipo de referencia está cumplimentando su preferencia de rol de equipo.
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Los roles de equipo de Belbin deben ser entendidos como contexto dependientes y variables en el tiempo y no como estáticos y prescriptivos. Es decir, dependen y mucho de las dinámicas de interacción entre los miembros del equipo, de la personalidad de dichos miembros, de sus funciones, del momento evolutivo del equipo, etc.
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Los “Roles de Equipo de Belbin” deben ser empleados desde una visión grupal de complementariedad, buscando el equilibrio de los roles en el equipo y no desde una visión individual y aislada del grupo. Es decir, la interpretación de los roles de equipo debe hacerse considerando las complejas dinámicas de interacción entre los miembros, tareas y responsabilidades. También se pueden trabajar los roles de tarea y para ello debe tenerse en cuenta la relación persona-puesto.
Profesor y Doctor en Psicología
Dpto. Procesos Psicológicos Básicos
UPV-EHU