La Eurocopa. Estos días tienen una emoción especial, te guste o no te guste el fútbol de alguna manera acabas viendo o experimentando éstos y otros comportamientos.
El entusiasta que lidera a los que se dejan la voz mientras reparte la cerveza (en oferta especial). Es la persona que ha organizado la “porra” de resultados.
La persona cariñosa. Recibe miradas divertidas cuando comienza a sentir pena por el equipo perdedor. Le cuesta mirar la televisión cuando enfocan las caras tristes de los aficionados vencidos.
La persona tranquila que remarca las aportaciones de todos, entrenador incluido. Después de todo, es un juego de equipo.
El que grita y salta del sofá. Alterna gritos entre «¡Vamos, dispara!» y «¡Menudo árbitro!»
El disciplinado. Ha conseguido organizar a 12 personas en un salón minúsculo. Todas ellas están sentadas con la bebida y los aperitivos al alcance de la mano.
El ansioso. Simplemente ama el VAR, las líneas de fuera de juego milimétricas y la precisión de algunas de esas faltas directas… hermosas.
El que lo todo lo sabe. No se ha dado cuenta de que nadie está escuchando su discurso sobre las estadísticas del número de goles anotados en la segunda mitad de una semifinal por los posibles ganadores.
Se pregunta si aumentar el tamaño de la portería haría que todo el juego fuera más emocionante (esta es la observación de Meredith).
El estratégico. «Bueno, si hubieran elegido un sistema como el 4-4-2 y tratar de salir a la contra, es posible que hubieran tenido una oportunidad…».
¿Reconoces algún comportamiento Belbin en las personas que están viendo la Eurocopa a tu lado? ¡Nos encantaría conocerlos!