¿Está tu equipo abocado a la autodestrucción?
Hace que te palpite el corazón y se te seque la boca. Te balanceas incómodamente de un pie a otro, intentando encontrar una forma natural de mantenerte en pie.
Hace falta valor para mantenerse solo ante un grupo que hace las cosas de forma diferente.
Todos queremos pertenecer, ser aceptados: es un instinto fuerte y primario, desarrollado para la supervivencia. Y a pesar de las salas de juntas y los trajes a medida, cuando nos apartamos de la multitud, asumimos un riesgo.
Pero a veces, en los talleres y presentaciones, nuestros facilitadores piden a la gente que haga precisamente eso.
Es un ejercicio sencillo pero poderoso. Colocamos los nueve iconos de los Roles de Equipo por la sala y pedimos a la gente que se coloque debajo de su Rol de Equipo más destacado, su mayor contribución al equipo.