7 razones por las que el liderazgo colaborativo supera ampliamente al liderazgo en solitario

En el pasado, nuestros conceptos y nuestra experiencia del liderazgo giraban en torno al líder en solitario. Pero existe otra forma.

El líder en solitario asume la responsabilidad exclusiva de la toma de decisiones, busca la conformidad y proyecta sus objetivos en los demás. Por el contrario, los líderes de equipo o colaborativos optan por limitar su propio papel, buscar el talento, promover la diversidad y crear una misión que los demás se sientan inspirados a seguir.

Diferentes situaciones requieren diferentes estilos de liderazgo. Aunque el liderazgo en solitario puede permitir a los líderes acelerar el proceso de toma de decisiones, en la mayoría de las situaciones, un estilo de liderazgo democrático confiere mayores ventajas a largo plazo al líder, al equipo y a la organización en su conjunto.

Veamos por qué los líderes colaborativos suelen tener ventaja.

Los líderes colaborativos juegan con sus fortalezas y empoderan a su equipo para que hagan lo mismo.

Mientras que los líderes burocráticos dirigen a los subordinados, los líderes de equipo desarrollan a sus colegas. Ellos entienden su propia contribución, porque han identificado sus estilos de liderazgo más efectivos y cultivan esos enfoques. Saben que jugar con las fortalezas aumenta el compromiso del equipo seis veces, por lo que están comprometidos en descubrir lo que cada miembro del equipo tiene para ofrecer y encontrar el ajuste adecuado para ellos, en lugar de forzar a los individuos a cumplir competencias de talla única basadas en descripciones de trabajo rígidas.

Ya sea aplicado a un nuevo recluta o a alguien que ha estado trabajando en el mismo equipo durante muchos años, un Informe Belbin puede proporcionar información invaluable sobre las fortalezas de alguien más allá de las habilidades que se pueden encontrar en un currículum vitae. Puede ayudar al equipo a aprender a compartir información y construir confianza. Y puede descubrir fortalezas ocultas, aspiraciones e incluso tensiones, donde alguien está trabajando en contra de sus habilidades naturales durante un largo período de tiempo.

El liderazgo de equipo pone en primer plano la humildad... y los humildes 'líderes servidores' obtienen resultados.

Los líderes de equipo creen que tienen algo que aprender de aquellos a quienes lideran. No se consideran automáticamente más sabios, más creativos o más amplios en su pensamiento que sus colegas. Como resultado, es más probable que busquen retroalimentación de sus equipos para ayudarles a crecer en su papel de liderazgo. Por lo general, son más humildes y conscientes de sí mismos, y tienen una mejor comprensión de las necesidades de la organización. La humildad en el liderazgo también conduce a tasas más altas de compromiso de los empleados, mayor satisfacción laboral y tasas más bajas de rotación.

Dado que Belbin se trata de comportamientos observables, obtener la evaluación del observador es una parte clave del proceso. Líderes, gerentes, colegas e informes pueden ayudar a completar el panorama de lo que alguien tiene para ofrecer y dónde podrían beneficiarse de colaborar con otros que poseen habilidades complementarias.

El liderazgo en equipo fomenta la diversidad y recoge los frutos

El liderazgo participativo tiene que ver con la democracia. Los líderes de equipo buscan rodearse de personas capaces, no de admiradores que estén de acuerdo con cada una de sus palabras, por lo que piden a los demás su opinión. Buscan talentos para mejorar el equilibrio del equipo. De este modo, en lugar de basarse en sus propios puntos de vista -y limitarse a ellos- a la hora de abordar un problema, pueden beneficiarse de la diversidad cognitiva de sus equipos.

El Informe Belbin sobre Equipos, en particular, ofrece una visión general de cómo puede contribuir cada persona de un equipo, ayudando a los líderes a mirar más allá de los títulos de los puestos y a garantizar que estén representados diversos enfoques cognitivos.

Los líderes colaborativos aumentan la implicación, la responsabilidad y el compromiso.

Los líderes transaccionales reparten tareas y objetivos específicos, esperan que se cumplan y no asumen riesgos en lo que respecta a las personas. Como resultado, cuando el líder fracasa (como es inevitable, en algún momento), lo hace solo y suele ser descartado. En cambio, como los líderes colaborativos buscan los puntos de vista de los demás y poseen grandes dotes de comunicación, tienen una justificación clara de las decisiones y generan confianza y respeto. Esto significa que los demás asumen más responsabilidad y es más probable que intervengan para ayudar cuando las cosas van mal.

El liderazgo colaborativo centra la delegación eficaz

Dado que los líderes colaborativos conocen mejor las capacidades de los demás, son capaces de delegar eficazmente en función de sus puntos fuertes. Se aseguran de que la persona es adecuada para el trabajo en cuestión y está comprometida con él. Así, pueden confiar en que el miembro del equipo asumirá la responsabilidad del resultado. Con esta confianza, el líder puede centrarse en el panorama general, en lugar de microgestionar o interferir en los detalles de cómo se hacen las cosas.

El liderazgo de equipo lleva a los equipos más allá de las limitaciones de las estructuras jerárquicas

En su artículo "El arte del liderazgo", Mike Lynch, de Smartt Strategies, describe cómo, siendo una persona dominante acostumbrada a liderar desde el frente, trabajó con éxito bajo las órdenes de un director de proyecto que, naturalmente, adoptó un enfoque de perfil más bajo. Armados con el lenguaje de los roles de equipo de Belbin, ambos pudieron articular su relación en términos de estilos de comportamiento, en lugar de atenerse a las expectativas tradicionales de sus posiciones relativas, que habrían hecho que cada uno jugara en contra de sus puntos fuertes, en lugar de hacerlo a favor de ellos. El organigrama no siempre refleja la composición ideal de un equipo en términos de roles de equipo, por lo que es fundamental comprender los comportamientos de los demás y utilizar el lenguaje de Belbin para trabajar con lo que se tiene y con quién se tiene.

El liderazgo en equipo está preparado para el futuro y ofrece un mayor baluarte contra la incertidumbre

Casi 9 de cada 10 empresas encuestadas por EY en 2013 coincidieron en que los problemas a los que se enfrentaban eran tan complejos que los equipos se habían vuelto esenciales para ofrecer soluciones eficaces. Y en los últimos años, el mundo se ha convertido en un lugar aún más incierto. Ya no se puede esperar que una sola persona asuma la responsabilidad exclusiva o proporcione dirección sin ser capaz y estar dispuesta a recurrir al asesoramiento de los demás.

Tampoco es ésta la expectativa de las nuevas generaciones que se incorporan al mundo laboral, que lo hacen esperando que se les escuche. El liderazgo colaborativo se considera el único método viable en una sociedad basada en la igualdad y el reparto del poder, por lo que los líderes democráticos que ofrezcan a sus equipos la posibilidad de opinar tendrán la oportunidad de captar nuevos talentos y de crear los equipos de mayor rendimiento.

Déjalo ir...

A los líderes puede resultarles difícil ceder el control, sobre todo cuando parece que su reputación está en juego. Pero eso no tiene por qué significar irse al otro extremo: el enfoque de liderazgo laissez faire. Comprender la contribución de cada persona -incluida la del líder- permite que todos se sientan valorados y conectados, y ayuda a asignar el trabajo, tomar decisiones y gestionar las reuniones.

Sean cuales sean nuestros puntos fuertes y nuestras dotes de liderazgo, siempre necesitaremos a otros para suplir las carencias. Esto debe reconocerse y aceptarse como una fuente de fortaleza en sí misma.

¿Por qué Belbin?

La metodología Belbin Team Role ayuda a los líderes y a sus equipos en todas las etapas, proporcionando valiosos conocimientos sobre cómo trabajan las personas y cómo mejorar las cosas, sea cual sea la tormenta que esté capeando.

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