El pensamiento de grupo ocurre cuando la búsqueda de cohesión y conformidad de un grupo limita la creatividad y la diversidad, interrumpe la capacidad del grupo para resolver problemas y tomar decisiones, y domina la confianza de los individuos dentro del grupo. La situación, en lugar de los rasgos de carácter individual, se convierte en el principal impulsor del comportamiento, con consecuencias potencialmente peligrosas.
El término fue definido por primera vez por el psicólogo Irving Janis en 1972 como:
¿Cuándo un equipo se convierte en un grupo? ¿Cómo cambia la psicología y qué influencia tiene en el comportamiento individual? ¿Cómo nos protegemos contra el «pensamiento de grupo» cuando el impulso hacia la uniformidad está arraigado en nosotros?
Primero, veamos qué entendemos por «equipo» y «grupo», y qué sucede cuando uno se convierte en el otro.El término «equipo» es muy impreciso y podría abarcar desde un pequeño equipo de proyecto creado para un propósito específico hasta un conjunto de personas que reportan al mismo mando intermedio, pasando incluso por todo un departamento.
Sin embargo, en términos Belbin, un equipo es considerablemente más pequeño que la mayoría de las otras aproximaciones. El Dr. Meredith Belbin afirma que el tamaño ideal de un equipo es de cuatro personas. Si el tamaño fuera más pequeño sería difícil conseguir diversidad de contribuciones y si fuera mucho mayor, podrían entrar en juego conductas grupales.
Cuanto mayor es el grupo, mayor es la tendencia hacia la estandarización, al conformismo, al seguimiento del líder, al cultivo de sentimientos de “no pertenencia” o rechazo hacia aquellos que no pertenecen al grupo. Los equipos más pequeños se pueden permitir el lujo de ser más diversos y más tolerantes y menos condescendientes con la persona con más rango.
Trabajar en equipo permite el liderazgo compartido o rotativo y promueve la comprensión mutua ya que los miembros del equipo pueden llegar a conocerse unos a otros mejor.
Con estas características en mente, ¿cómo aprovechar el poder de los equipos para evitar el pensamiento de grupo? ¿Y cómo puede ayudar Belbin?
En teoría, cuando se trata de la toma de decisiones, el colectivo es mejor que el individuo, debido al potencial de una mayor diversidad. Pero ahí está el problema. La toma de decisiones está en oposición directa a la cohesión. Debatir las ventajas de un curso particular de acción significa explorar puntos de vista opuestos y poner el foco de atención sobre las diferencias.
¿Recuerdas que cuatro es el tamaño ideal del equipo para el Dr. Belbin? El número par asegura que ninguna persona tenga el voto de desempate, por lo que para tomar una decisión el equipo necesita debatir ambos puntos de vista y alcanzar el consenso. En términos Belbin, los «Roles Mentales» son clave en este punto. Los Monitores Evaluadores ofrecen objetividad. Es probable que se tomen su tiempo para tomar una decisión, pero puedes estar seguro de que estará bien considerada. Los Cerebros son creativos, poco ortodoxos y librepensadores. No temen sugerir cambios lo que les convierte en un gran antídoto para los grupos conformistas. Por último, los Especialistas pueden proporcionar asesoramiento experto y así contribuir en la toma de decisiones sobre un tema en particular. (Véase los 9 Roles Belbin)
La receptividad del equipo, o la falta de ella, a estas contribuciones puede ayudar a diagnosticar si la cultura colectiva se está dirigiendo hacia el pensamiento de grupo.
Las creencias personales y los valores juegan un papel importante a la hora de evitar el pensamiento de grupo, pero el equipo necesita diversidad de comportamientos: distintas contribuciones y estilos de trabajo en términos de Roles de Equipo que representan diferentes enfoques a un problema o tarea. No estamos afirmando que los Roles de Equipo supongan la única diferencia entre el comportamiento ético y el no ético, pero los grupos que fracasan han tenido que ocultar las diferencias individuales en algún momento. En su lugar, Belbin celebra y promueve las diferencias y ayuda a las personas a encontrar maneras de trabajar juntas.
El Círculo de Roles de Equipo del informe de equipo de Belbin, ofrece de un vistazo una visión general de la diversidad dentro de un equipo o grupo de hasta 15 personas. Es posible analizar la distribución de los Roles de Equipo entre roles sociales, mentales y de acción para evaluar dónde existen excesos y defectos de roles que puedan llevar al equipo o al grupo hacia la homogeneidad.
Las personas que van a contracorriente suponen una cura efectiva contra el pensamiento de grupo, pero las personas deben actuar de acuerdo a sus principios.
Al empoderar a las personas para que descubran y utilicen correctamente sus fortalezas y lo que les diferencia de los demás, puedes ayudar a tus equipos y grupos a recuperar la responsabilidad individual, a conocer las diferentes fuerzas que operan dentro del equipo y a comprender qué tipo de fortaleza pueden suponer estas diferencias
El informe del equipo de Belbin identifica la persona con la puntuación más alta en cada Rol de Equipo y la compara con el promedio de ese rol dentro del equipo. Cuando la brecha es grande, la persona en cuestión puede encontrar oposición para desempeñar ese rol por parte de la cultura del grupo. Esta información se difunde junto con una obligación para los líderes: salvaguardar y nutrir esa voz opuesta; asegurar que los demás entiendan el valor de esa contribución y establecer procedimientos para asegurarse de que esa opinión se escucha.
¿Qué quiere decir en tu organización «equipo» y qué más se podría hacer para proteger el término y distinguir a los equipos de los grupos? ¿Cómo se está protegiendo frente al pensamiento de grupo?, ¿Se está cultivando la diversidad de comportamientos, al tiempo que se permite que las personas trabajen juntas de manera efectiva?
Esta información puede ayudarte a poner al corriente a tu equipo sobre cómo funciona y cómo se deberían asignar las tareas y responsabilidades.
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Referencias
[1] Janis, I. L., Victims of Groupthink: a Psychological Study of Foreign-Policy Decisions and Fiascoes, 1972
[2] https://www.nytimes.com/2018/05/02/magazine/busted-leaders-boosted-economies.html